Relación entre energía y crisis climática: ¿inevitable e irreversible?

Esta impactante noticia no hacía otra cosa que relacionar las situaciones extremas producidas en diferentes regiones del planeta con los resultados del sexto informe elaborado por expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático y que fue presentado pocos días antes. En él, se puso de manifiesto la clara relación entre la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente el CO₂ de origen antropogénico, con el progresivo aumento medio de la temperatura del planeta y se concluyó que la sociedad actual se encuentra a las puertas de una situación de no retorno, en la que la falta de actuaciones o una excesiva lentitud en la aplicación de las mismas podría ocasionar consecuencias catastróficas a nivel mundial como el aumento de la frecuencia de los fenómenos climatológicos extremos que ya se están dejando sentir -intensas olas de calor sufridas en Canadá o fuertes inundaciones de Bélgica y Alemania, todo ello este mismo verano, son prueba de ello-.

Es importante señalar que la mayor parte de las emisiones de gases con efecto invernadero proceden del uso masivo de hidrocarburos de origen fósil como fuente de energía, lo que lleva produciéndose más de un siglo y medio. Cesar la emisión de gases con efecto invernadero requiriere una profunda transformación económica y social que permita compatibilizar el desarrollo económico de nuestras sociedades con la protección del medioambiente, asegurando así su sostenibilidad.

En este contexto, han surgido diversas iniciativas que tratan de establecer unas guías comunes a nivel mundial que sirvan como referencia al desarrollo de políticas y actuaciones concretas en cada territorio. La solución a los problemas derivados del actual sistema energético y sus múltiples repercusiones es ciertamente compleja, debiendo plantear medidas concretas en distintos ámbitos que sean periódicamente controladas y revisadas para que puedan llegar a ser efectivas.

Así, debe abordarse tanto la descarbonización del actual modelo energético como el fomento de estrategias para el aumento de la eficiencia energética, dado que actualmente se pierden cerca de mil millones de toneladas equivalentes de petróleo entre desde la generación de la energía hasta su consumo final, lo que representa unas pérdidas en el intervalo 50-65%. Esto implica que por cada unidad de energía que se dejara de consumir, no sólo en el ámbito industrial sino también en el doméstico, podrían ahorrarse hasta tres unidades en forma de recurso energético de partida, lo que refuerza la idea de considerar a la eficiencia energética como uno de los principales recursos energéticos que es necesario explotar.

España no es indiferente a esta problemática y cuenta con una Ley de Cambio Climático y Transición Energética que desarrolla localmente la normativa europea en materia ambiental, la más avanzada del mundo. Esta legislación pretende establecer mecanismos para luchar contra el cambio climático, tratando de lograr un objetivo común de la Unión Europea, que este continente se convierta en el primero climáticamente neutro antes del año 2050. Como metas concretas para España, el objetivo se centra en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en, al menos, un 23% respecto a las de 1990; alcanzar una contribución de energías de origen renovable en el consumo de energía final de, al menos, un 42%; y alcanzar un sistema eléctrico con, al menos, un 74% de generación a partir de energías de origen renovable; además de incentivar la eficiencia energética en diferentes puntos de la cadena de suministro.

Si te interesan estos temas y quieres conocer las claves necesarias para abordar la transición hacia formas más sostenibles del uso de la energía, te animamos a unirte a la 10ª edición de nuestro exitoso curso MOOC Energía Inteligente para un Futuro Sostenible, desarrollado por la Universidad Rey Juan Carlos a las puertas de su 25º aniversario.

Este curso te permitirá profundizar en cada uno de los aspectos mencionados con anterioridad, abordando así la situación energética actual, las principales energías renovables disponibles y su nivel de desarrollo tecnológico, la importancia del ahorro y eficiencia energética o el desarrollo de ciudades inteligentes y smart grids.

De este modo, podrás gestionar en primera persona y de forma inteligente la energía tanto en tu ámbito personal como profesional, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático, mientras adquieres una base sólida sobre algunos de los aspectos fundamentales relacionados con el sector energético actual y futuro. ¡No esperes más y aprende cómo puedes contribuir al desarrollo económico sostenible y lograr un futuro mejor! ¡Te esperamos!