La creación de contenido didáctico digital como competencia indispensable para los docentes

27 Junio 2022 Por Raquel Hijón Neira

Todos entendemos el contenido como un espacio, un lugar, donde encontrar conocimiento. Hasta hace poco más de tres décadas el contenido había alcanzado diversidad de combinaciones, que abarcaban lo textual, lo gráfico, lo visual, lo sonoro, lo audiovisual, etc… Bien es cierto que el contenido textual ha sido preponderante a lo largo de mucho tiempo en el ámbito educativo y bajo esa premisa se ha trabajado y construido la acción docente. Lo digital ha permitido nueva estructura en la creación, ideación, construcción, producción, reproducción y recepción del contenido, generando diferentes formas de representación creativa, que también han propuesto una nueva conversación entre el autor y el lector, como señalaba Francisco García (Red Digital, 2006).

La evolución que nos lleva del contenido textual al contenido digital ha pasado por varias etapas, a través de las cuales se ha plasmado la propia evolución tecnológica y la apertura de posibilidades a la creación. La diversidad de interfaces que han ido surgiendo a lo largo de las últimas décadas ha requerido también de una construcción diferenciada de contenidos capaces de adaptarse a estas.

En el ámbito docente, la creación de contenidos didácticos digitales es, más que nunca, una competencia imprescindible para el profesorado. La construcción, generación y puesta a disposición del alumnado de un portfolio propio, estructurado y adaptado a las competencias que ha definido en su área o materia, son un esfuerzo de amplias dimensiones y que requiere una serie de conocimientos y habilidades tecnológicas que ya no es posible obviar.

El contenido didáctico digital debe caracterizarse ante todo por reunir una serie de características que contribuirán a que sea útil, práctico y ante todo eficaz en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Desde una mirada integral al concepto, Perrusquia (2006) establecía que inicialmente deberían ser prácticos, contextualizados, bien escritos y ejemplificativos. En el contexto de lo digital, en 2008, el Comité de AENOR que desarrolló el perfil le aplicación LOM.ES (sistema de etiquetado de Objetos Digitales Educativos), tomó como referencia para el desarrollo de contenidos didácticos digitales las siguientes características: multimedialidad, orientada a que los contenidos aprovechen en toda su dimensión las posibilidades que ofrece el multimedia; interactividad, basada en la indispensabilidad de que los contenidos tengan en cuenta las posibilidades del carácter interactivo e inmersivo de lo digital, para lograr los objetivos pedagógicos marcados; accesibilidad como requisito indispensable, en un marco de acceso para todos/as, incluidos usuarios con diferentes capacidades, y respondiendo a un grado suficiente de neutralidad tecnológica, para garantizar, que los contenidos se presenten de forma comprensible, asimilable, funcional y usable; flexibilidad como requisito de control del contenido por parte del usuario, en función de los objetivos de aprendizaje fijados; modularidad en cuanto que aumenta las posibilidades de reutilización de los diferentes objetos de aprendizaje, unidades o estructuras didácticas; interoperabilidad, que ofrece criterios de etiquetado y catalogación eficaces; y portabilidad, que define los sistemas estándar de empaquetado y transferencia para compartir objetos digitales.

El Marco de Competencia Digital Docente, en su última actualización (BOE, 2022), expresa como una de las competencias clave que debe tener cualquier docente, la capacidad para gestionar la gran variedad de contenidos existente para identificar de forma efectiva los que mejor se adapten a los objetivos de aprendizaje, a su alumnado y a su estilo de enseñanza, estructurarlos, relacionarlos entre sí y modificar, añadir y crear nuevos contenidos educativos digitales con los que apoyar su práctica docente. Amplía además las características señaladas anteriormente, uniendo al uso de estándares y sistemas de catalogación y metadatos, la aplicación de las normas de propiedad intelectual y derechos de autor.

Así, las competencias que se establecen para los docentes en el ámbito de los contenidos didácticos digitales se sintetizan en:

  • Búsqueda y selección, donde destaca la utilización de estrategias de búsqueda y funcionamiento de motores; la capacidad de aplicar contenidos de calidad y ajustados a las necesidades del aprendizaje; y el conocimiento de las licencias y derechos de autor que se asocian a cada una de estas.
  • Creación y modificación de contenidos digitales, que incorpora el uso de herramientas de autor para la creación y diseño de contenidos propios, o modificación de otros existentes con diferentes niveles de agregación; e igualmente la aplicación de criterios de calidad y la aplicación de derechos de autor y de las limitaciones de la propiedad intelectual.
  • Protección, gestión y compartición de contenidos digitales, que aproxima al uso seguro de plataformas de contenidos digitales, protección e la información y utilización de estándares de reutilización; promueve el uso de la catalogación como herramienta para asegurar su identificación e intercambio; y conocimiento del concepto de derecho moral y patrimonial, para asignar las licencias más adecuadas en cada caso.

Desarrollar y mantener activa la competencia en la creación y gestión de contenido didáctico digital es una de las claves principales que el Máster en Competencia Digital y Pensamiento Computacional tiene como objetivo de su proyecto formativo. Su flexibilidad y adaptación a las necesidades de la educación a distancia lo convierten en una gran opción para los docentes y, especialmente, para los que se encuentran en activo.

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