Entrevista al docente Juan Carlos Aguado

Además, ha trabajado en otras universidades como la Politécnica de Madrid, o la Carlos III de Madrid, dentro del ámbito público, o la Alfonso X “El Sabio”, dentro del privado.

En 2013 realizó su primer MOOC de Microeconomía y ya va por la cuarta edición de este mismo curso. Para él la docencia es un elemento vocacional, pero sobre todo le apasiona enseñar y este curso le ha brindado una gran oportunidad para ello.

Pregunta: Te animaste a realizar tu primer MOOC en MiríadaX porque viste una oportunidad única para pasar de 100 alumnos por clase a 4000 o 5000. Un gran salto.

Respuesta: Sí, el salto numérico es evidente. De hecho ya no son 4000. En el MOOC actual de Microeconomía se han superado ampliamente los 9000 inscritos. Si eres un docente vocacional, como es mi caso, a cuanta más gente llegues mejor. Si puedes hacer el “bien”, si puedes difundir tu conocimiento…, los MOOC te dan una oportunidad inmejorable.

Cuanto más mejor. Este es el principal motivo inspirador que me hizo dar el salto.

P: Sobre el concepto de “democratización del conocimiento” se ha dicho mucho desde la llegada de los MOOC. ¿Es otro de los motivos por los que te lanzaste?

R: Sin duda. Yo sé que, a pesar de todas las dificultades económicas, vivimos en un país privilegiado. Tenemos acceso a una educación que otros lugares del mundo no tienen. Si puedo llegar a la gente para que tenga acceso a todo ese contenido que yo les ofrezco gratuitamente, pues me hace sentir mejor.

P: Como docente ¿qué te ha aportado tu paso por MiríadaX? ¿Te ha abierto alguna puerta?

R: Más que abrirme puertas hacia el exterior ha sido útil hacia el interior. Es decir, en mi docencia en la Universidad Rey Juan Carlos utilizo los MOOC como un complemento muy valioso para mis alumnos. Ellos los siguen y saben que tienen acceso a los materiales las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año.

En algunos grupos he notado una mejora muy sustancial en las calificaciones gracias a la introducción de este instrumento como apoyo a mi docencia.

 "El vídeo es un complemento muy importante. No solo llego a toda Lationamérica sino que a mis propios alumnos se benefician también de ello".

P: ¿Se animan más los alumnos gracias a esto entonces?

R: Sin duda. Se suele hablar de que los alumnos son “nativos digitales” y nosotros, los profesores, somos “inmigrantes digitales”. Para ellos lo más normal del mundo es estar en redes sociales, ver vídeos de Youtube... ¡Hombre!, pues todas mis clases están colgadas en Youtube. Para ellos es lo normal y nosotros tenemos que acercarnos a esa realidad.

A mí me encanta dar clase en la pizarra y mancharme de tiza, lo reconozco. Yo soy de los de mancharse de tiza. Bien. Pero el vídeo es un complemento muy importante. No solo llego a toda Latinoamérica sino que mis propios alumnos se benefician también de ello.

P: Hablando de las redes sociales… Tú, que eres bastante activo, ¿has notado alguna repercusión desde este punto de vista? Más seguidores, más actividad…, después de hacer el MOOC?

R: Sí, claro. El crecimiento de seguidores es exponencial. Yo hace relativamente poco tiempo que empecé en Twitter, en Google +…, y cada vez me sigue mucha más gente. Lógicamente.

Pero también es una mayor responsabilidad. Sabes que hay gente detrás esperando tus contenidos. Yo mantengo un Blog Juan Carlos Aguado y todo lo publico en las redes sociales. Estoy mucho en ese mundo y, efectivamente, se nota un crecimiento muy grande. Mi blog tiene treinta y tantos mil usuarios. Algo que está bastante bien ¿no?

 "El problema es que no hay incentivos para la innovación en la docencia del mismo modo que sí los hay para la investigación."

P: Hablemos de la puesta en marcha de un MOOC: ¿larga planificación, corta ejecución? Es decir, la longitud de los vídeos cuanto más breve mejor. ¿Es así?

R: Sí. Respecto a los vídeos lo importante es no aburrir al que lo vea. Es muy fácil hacer zapping. Si te aburres, rápidamente te vas a otra cosa. Por eso siempre se recomienda que no sean muy largos, que no duren más de 8 o 10 minutos.

También te digo que yo no cumplo a rajatabla este principio. Tengo vídeos de 15, 20 o 30 minutos porque quiero transmitir esa cercanía que existe en las clases presenciales. Quien no pueda asistir por lo menos que pueda ver al profesor en la pizarra explicándoselo todo como si estuvieses tú allí.

Las clases de la universidad no duran ni 10 ni 15 minutos. Para desarrollar ciertos conceptos hace falta mucho más. Si bien es cierto que se pueden trocear. En una sola clase se pueden dar pildoritas para que la gente no se aburra y a lo largo de varias, en conjunto, se siga transmitiendo toda la información que queremos.

P: ¿Qué es mejor, realizar un vídeo y evaluarlo después o hacer todos los contenidos con diferentes vídeos y hacer una evaluación al final?

R: Bueno, el vídeo no es el único instrumento que hay. Para mí tiene también mucha importancia el material PDF que les entrego. Es la suma de todo ello.

Creo que evaluar módulo a módulo (que es como lo hacemos en MiríadaX) es una buena forma de acercarnos un poco a eso que llaman “evaluación continua”. Pero no es incompatible con que al final de la materia haya una evaluación global. Creo que combinar ambas cosas está bien.

P: ¿Cuáles son los “trucos” de Juan Carlos Aguado para que un curso como el de microeconomía lleve ya cuatro ediciones?

Es muy interesante tu pregunta porque supongo que sabes que soy mago. En mis vídeos, de vez en cuando hago un truquito de magia. No en todos los vídeos… Yo sé que eso se valora muy positivamente porque atrae la atención de la gente.

Pero, realmente, aunque yo haga eso, no es necesario. Ya existe la demanda per se. Si hago el curso y dejo pasar unos meses se va apuntando gente aunque no me conozcan o sepan que yo hago trucos de magia en mis vídeos. Directamente existe la demanda. Pienso que funciona si el contenido resulta interesante a un determinado sector. Por ejemplo, hay cursos sobre informática que en una edición tienen más inscritos que yo en dos o tres porque hoy en día la gente demanda eso.

Entonces, si el contenido, el título y el tema son interesantes la gente se va a apuntar. Yo no tengo una varita mágica para que crezcan los alumnos.

P: A los que son más reacios a la incorporación de las TIC a la educación, ¿qué les dirías? (desde el punto de vista de la preparación de un MOOC).

R: Pues que estamos en el siglo XXI. Les diría que yo no sabía hacer nada de todas estas cosas a finales de 2012. Que yo no había grabado un solo vídeo, ni tenía cuenta de Twitter. Que no tenía blog ni nada de nada… Yo he aprendido y no soy nadie especial. Cualquiera lo puede aprender. Es cuestión de voluntad. Estamos en el siglo XXI. Ya está bien de dejar los ejercicios en reprografía para que los alumnos vayan a comprarlos. ¡Utilizad el Campus Virtual! Vamos a aprovechar estas tecnologías y medios que tenemos a nuestra disposición. No es tan complicado. Se aprende rápido.

P: Desde el punto de vista del contenido, ¿qué ha cambiado de una edición a otra?

R: Es interesante esta pregunta que haces porque es cierto que hay que evolucionar. Cuando lo haces por primera vez tienes que hacer una autoevaluación de cómo ha funcionado. Aunque el número de alumnos haya sido óptimo y la tasa de finalización haya sido inmejorable tienes que saber si te has quedado largo o corto en algo. Yo he ido añadiendo muchos contenidos en función del “comportamiento del consumidor”: he añadido nuevos vídeos, ejercicios resueltos, textos comentados de noticias, etcétera.

No he eliminado nada, pero podría ser que en algún caso así fuera. En MiríadaX te ofrecen esa flexibilidad. De una edición a otra lo puedes adaptar según consideres; según lo más demandado por parte de los alumnos.

 "No creo que se vaya a eliminar nunca la docencia presencial pero sí pienso que la enseñanza online es fundamental aunque sea como complemento a esta primera."

P: Sobre todo por la posibilidad de que algún vídeo se quede obsoleto, supongo.

R: Hombre, en mi caso, al ser teoría económica, es más complicado que eso ocurra. Es como las matemáticas: 2 + 3 siempre van a ser 5. Pero sí que puedes añadir cosas nuevas. En las matemáticas puedes añadir la multiplicación, la división y luego la resolución de ecuaciones de segundo grado, etcétera.

En mi caso ha sido así. He añadido contenidos. En esta cuarta edición del MOOC de microeconomía, de hecho, he puesto un apartado que es para “aprender más”. Llevo de momento 10 vídeos subidos para aprender la teoría de la decisión. Hay personas que utilizan estos cursos para recordar lo que estudiaron en su día, otros para iniciarse y otros para profundizar en sus conocimientos.

P: Antes de llegar al final de la entrevista me gustaría saber tu opinión sobre el futuro de los MOOC. ¿Hasta dónde crees que llegará la enseñanza online en abierto?

R: El tiempo nos lo dirá ¿no? No creo que se vaya a eliminar nunca la docencia presencial pero sí pienso que la enseñanza online es fundamental aunque sea como complemento a la presencial. También, como comentábamos al principio de la entrevista, les sirve a personas que tienen dificultades en otros países. Todavía tenemos un campo muy amplio por delante.

P: ¿Piensas que se puede generalizar hasta el punto en que la mayoría de los profesores tuviesen su propio MOOC?

R: No sé si llegará pero debería. Es decir, hay mucho anquilosamiento. El problema es que no hay incentivos para la innovación en la docencia del mismo modo que sí los hay para la investigación.

Es lo que los economistas llamamos el coste de oportunidad. La gente pensará cuando me ve “¿qué hace dedicando tantas horas y horas a ser mejor profesor?”. Pues es que soy profesor, es lo que a mí me gusta, es para lo que a mí me pagan aparte de investigar. Pero como la investigación siempre, históricamente, ha tenido mucho más peso en la valoración del profesorado pues existe ese coste de oportunidad.

Entonces bueno…, vamos a ver si seguimos potenciando esto porque realmente si no nos podemos quedar atrás. Si todos los demás avanzan y nosotros no lo hacemos…, el problema es ese: la falta de incentivos.

Por: @oluisjuan