Transporte y contaminación: el problema se reactiva con la nueva normalidad

13 Octubre 2020 Por ANTONIO EULOGIO MARTIN RENGEL

La progresiva vuelta a la nueva normalidad ha reactivado la movilidad y con ello los niveles de contaminación en el aire vuelven a subir.

La estrecha y directa relación entre transporte y nivel de contaminación atmosférica es un hecho ampliamente conocido y fácilmente demostrable, especialmente en núcleos urbanos. Datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente reflejan que en el pasado año (2019) en la ciudad de Madrid, la concentración en el ambiente de dióxido de nitrógeno (NO2), contaminante emitido principalmente por vehículos diésel y de gasolina, fue un 20% inferior durante una semana donde tradicionalmente hay una menor movilidad (2ª semana del mes de agosto) en comparación con el dato recogido durante una semana de movilidad habitual (2ª semana del mes de mayo). Resultados similares se obtienen para el mismo análisis correspondiente al año 2018.

Estas diferencias se acentúan considerablemente si volvemos la vista atrás a la época de confinamiento por la pandemia de la COVID-19. Las restricciones de movilidad tomadas para tratar de contener la pandemia provocaron un fuerte descenso en la cantidad de contaminantes asociados al transporte (gases y partículas en suspensión), situándose en valores nunca vistos en la sociedad moderna. En este caso, la reducción en la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire, comparado con las mismas semanas del año anterior se redujo en torno a un 60%.

Sin embargo, con la progresiva vuelta a la “nueva normalidad”, la movilidad se ha incrementado y, con ello, los niveles de contaminación en el aire han vuelto a subir, situándose en valores sensiblemente inferiores a los registrados en los mismos meses del año anterior, pero muy superiores a los datos recogidos durante las semanas de confinamiento. Todo hace indicar que, cuando la pandemia sea superada, los niveles de contaminación volverán a los valores registrados años atrás y con ello sus problemas asociados. La contaminación del aire está relacionada con un aumento del riesgo de padecer enfermedades respiratorias agudas, como la neumonía, y crónicas, como el cáncer del pulmón y las enfermedades cardiovasculares.

Cuando la pandemia sea superada, los niveles de contaminantes asociados al transporte volverán a los valores registrados años atrás y con ello sus problemas asociados. Clic para tuitear

Esta situación debe servirnos de aprendizaje para demostrar que es posible reducir los niveles de contaminación actuando sobre las formas de movilidad, pero para ello es necesario el desarrollo de un sistema de transporte inteligente y sostenible. De esta forma, seremos capaces de tener un ambiente más saludable manteniendo nuestro actual grado de desarrollo. Ahora bien, el desarrollo de estos sistemas de transporte alternativo no es tarea fácil e implica un trabajo multidisciplinar.

A día de hoy son ya varias las novedades incorporadas en este ámbito que buscan este objetivo. Así es posible la utilización de biocarburantes como combustibles más limpios para reducir las emisiones o la incorporación de nuevas fuentes de energía como el gas, la electricidad o incluso el hidrógeno como formas de propulsión más limpias. De hecho, los vehículos híbridos y los eléctricos son una clara apuesta para este objetivo de reducir las emisiones, de manera que, prácticamente todas las compañías automovilísticas actuales incorporan en su cartera de vehículos modelos con estas características. Según estimaciones del sector, para el año 2025 está previsto alcanzar los 325 modelos de este tipo de vehículos en el mercado, que, junto con las mejoras tecnológicas en cuanto a autonomía y tiempos de recarga, hará que la demanda de este tipo de vehículos crezca exponencialmente.

Todos estos cambios, aun siendo muy significativos, no son suficientes para dar respuesta de forma sostenible a las crecientes necesidades de movilidad, sino que habrá que recurrir a los avances tecnológicos en cuanto a geolocalización, conectividad y autonomía para una planificación del transporte que permita un uso más eficiente. De esta forma, la automatización de los vehículos permitirá optimizar los sistemas de transporte actuales. Aunque mucha de esta tecnología está todavía en desarrollo, algunos de estos sistemas ya se comienzan a implementar en los vehículos comerciales, como por ejemplo la asistencia en el frenado, la aceleración o la dirección del vehículo.

Por tanto, son muchos los retos a los que se enfrenta la sociedad actual en el ámbito del transporte para que exista una movilidad sostenible. Todos estos aspectos son tratados de manera clara y sencilla en el MOOC de URJCx Transporte inteligente para un futuro sostenible, evaluando los principales impactos ambientales provocados por nuestro actual modelo de transporte y describiendo las tecnologías de movilidad presentes en estos momentos y su tendencia para el futuro.

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