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Partiendo de que aprender es un oficio –“saber aprender es desarrollar toda una serie de estrategias y habilidades a lo largo de tu vida para poder aprovechar al máximo las oportunidades que tienes cuando se presentan”, señala–, Sangrà subraya la importancia de desarrollar entre los estudiantes la competencia de aprender a aprender. Para ello, explica, hay que dotarlos de agencia (agency), como capacidad de las personas de tomar decisiones en su propio beneficio de manera consciente, contando con dos elementos fundamentales para desarrollarla: la autonomía y la autorregulación.

“La clave del aprendizaje es la sostenibilidad, es decir, es mucho más útil que los estudiantes desarrollen su capacidad de aprender a aprender que el que incorporen muchos contenidos porque por muchos contenidos que puedan incorporar, nunca serán los suficientes, porque cada vez más tenemos más contenidos que incorporar […] lo importante es aprender a aprender, es decir, a saber decidir qué contenido tengo que utilizar, dónde está y que alguien me haya ordenado la cabeza para saber cómo situarlo en el marco general de una disciplina determinada”, señala Sangrà.

¿Qué podemos como docentes hacer para promover la autorregulación del aprendizaje? Metodologías, herramientas, planificación, análisis de ecologías de aprendizaje de las personas... Arrancamos nuevo curso y te proponemos que te acerques a esta ponencia (El oficio de aprender, Albert Sangrà, JID2023) en la que encontarás además de respuestas a esta pregunta, una reflexión sobre cómo ha cambiado la forma de aprender, identificando elementos catalizadores de esa metamorfosis, y análisis sobre la aplicación y uso de herramientas digitales en la educación y sobre la educación online, y otras claves para la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje.